Muy buen documental que hara despertar conciencias. Este documental que nos habla de los efectos de las subvenciones a la explotación agropecuaria europea. Podemos observar estos devastadores efectos en relación con los productores de diversos países como República Dominicana, Sudáfrica o Ghana.
Las recetas económicas del FMI condiciona a estos países a la apertura de sus fronteras comerciales para recibir la ayuda económica que sale del Banco Mundial.
Desde los países ricos se destinan millones de euros con el fín de emprender campañas de enseñanza a los productores para que produzcan más y de manera más competitiva, mientras se inundan sus mercados con productos europeos que se comercializan a un coste menor que el coste de producción gracias a las subvenciones. Ante ésto, entre otras medidas arancelarias, los productores de los países pobres se ven incapaces de competir con las grandes industrias con sus famélicas vacas y primitivas herramientas, mientras viven en la pobreza.
Mientras en Europa, donde se tienen que destruir toneladas de excedentes de la producción. Una cantidad a la que no se le puede dar salida aún con la inundación por parte de estos productos de los mercados de los países pobres abiertos para trasladar este problema de la sobreproducción.
Con ésto, es paradójico observar la indudable adopción de una especie de sistema de defensa, una "economía soviética" planificada por parte de los adalides del capitalismo, del librecambismo y devotos de esa "mano invisible" de la que nos habló Adam Smith en su Wealth of Nations.
Pero, ¿qué ocurriría si a estos adalides del liberalismo económico les diera por aplicar de manera ortodoxa su doctrina?. No me gustaría parecer apocalíptico en mi visión personal pero, a juzgar los movimientos observados ante ciertas tentativas más aperturistas de los países europeos -como el ejemplo que se muestra en el documental- las expectativas no serían muy alagüeñas.
Echando un vistazo al pasado, podemos observar que las revoluciones no son llevadas a cabo por gentes que viven mal, sino por gentes que pasan a vivir mal, y aunque la historia nunca se repite, si es cierto que la humanidad sigue unas pautas lógicas de transformación ante una coyuntura adversa.
En el mundo industrial, cada vez se está viendo cada vez más el fenómeno de la deslocalización, la caída de calidad en los contratos de trabajo..., pero ¿qué ocurriría si dejáramos a esa "mano invisible" realizar los ajustes de regulación del mercado?, ¿qué ocurría si los que ahora vivimos en una situación privilegiada respecto a los países pobres tuvieramos que cambiar los papeles al no poder competir con unos productos cuyo precio sería mucho más bajo de los que se producen el los países ricos?, ¿seríamos capaces de adaptarnos a una nueva realidad de capitalismo ortodoxo?.
Probablemente autores como Norberg cambiarían su actitud al verse en otra tesitura si la globalización, ahora gozo de unos y pesadilla de otros, fuera igual para todos. En este caso ¿sería sostenible este sistema económico?.
Otro fenómeno al que hace referencia el documental es el fenómeno de la inmigración ascendente que está directamente relacionada a la caída del nivel de vida de los países pobres.
Los muros de contención, tanto físicos como políticos, crecen aunque en menor medida que la avalancha de gentes en busca del sueño europeo.
Ésto se va convirtiendo en un problema cada vez mayor, el trabajo se vuelve más barato, aumenta el paro, se hacen necesarias mayores ayudas sociales; y lo peor, cae la renta de la población de base en la que se sustenta la economía mientras la producción va en aumento, pero ¿qué ocurrirá cuándo el nivel adquisitivo de la base sea insuficiente para sustentar la economía?, ¿qué sucederá si llega un momento en el que no podamos consumir al nivel necesario?.
Estos fenómenos son una realidad que se manifiesta de forma progresiva, aunque desde las altas esferas se observe con satisfacción lo bién que marcha la macroeconomía.
Fuente: Historiantes
Las recetas económicas del FMI condiciona a estos países a la apertura de sus fronteras comerciales para recibir la ayuda económica que sale del Banco Mundial.
Desde los países ricos se destinan millones de euros con el fín de emprender campañas de enseñanza a los productores para que produzcan más y de manera más competitiva, mientras se inundan sus mercados con productos europeos que se comercializan a un coste menor que el coste de producción gracias a las subvenciones. Ante ésto, entre otras medidas arancelarias, los productores de los países pobres se ven incapaces de competir con las grandes industrias con sus famélicas vacas y primitivas herramientas, mientras viven en la pobreza.
Mientras en Europa, donde se tienen que destruir toneladas de excedentes de la producción. Una cantidad a la que no se le puede dar salida aún con la inundación por parte de estos productos de los mercados de los países pobres abiertos para trasladar este problema de la sobreproducción.
Con ésto, es paradójico observar la indudable adopción de una especie de sistema de defensa, una "economía soviética" planificada por parte de los adalides del capitalismo, del librecambismo y devotos de esa "mano invisible" de la que nos habló Adam Smith en su Wealth of Nations.
Pero, ¿qué ocurriría si a estos adalides del liberalismo económico les diera por aplicar de manera ortodoxa su doctrina?. No me gustaría parecer apocalíptico en mi visión personal pero, a juzgar los movimientos observados ante ciertas tentativas más aperturistas de los países europeos -como el ejemplo que se muestra en el documental- las expectativas no serían muy alagüeñas.
Echando un vistazo al pasado, podemos observar que las revoluciones no son llevadas a cabo por gentes que viven mal, sino por gentes que pasan a vivir mal, y aunque la historia nunca se repite, si es cierto que la humanidad sigue unas pautas lógicas de transformación ante una coyuntura adversa.
En el mundo industrial, cada vez se está viendo cada vez más el fenómeno de la deslocalización, la caída de calidad en los contratos de trabajo..., pero ¿qué ocurriría si dejáramos a esa "mano invisible" realizar los ajustes de regulación del mercado?, ¿qué ocurría si los que ahora vivimos en una situación privilegiada respecto a los países pobres tuvieramos que cambiar los papeles al no poder competir con unos productos cuyo precio sería mucho más bajo de los que se producen el los países ricos?, ¿seríamos capaces de adaptarnos a una nueva realidad de capitalismo ortodoxo?.
Probablemente autores como Norberg cambiarían su actitud al verse en otra tesitura si la globalización, ahora gozo de unos y pesadilla de otros, fuera igual para todos. En este caso ¿sería sostenible este sistema económico?.
Otro fenómeno al que hace referencia el documental es el fenómeno de la inmigración ascendente que está directamente relacionada a la caída del nivel de vida de los países pobres.
Los muros de contención, tanto físicos como políticos, crecen aunque en menor medida que la avalancha de gentes en busca del sueño europeo.
Ésto se va convirtiendo en un problema cada vez mayor, el trabajo se vuelve más barato, aumenta el paro, se hacen necesarias mayores ayudas sociales; y lo peor, cae la renta de la población de base en la que se sustenta la economía mientras la producción va en aumento, pero ¿qué ocurrirá cuándo el nivel adquisitivo de la base sea insuficiente para sustentar la economía?, ¿qué sucederá si llega un momento en el que no podamos consumir al nivel necesario?.
Estos fenómenos son una realidad que se manifiesta de forma progresiva, aunque desde las altas esferas se observe con satisfacción lo bién que marcha la macroeconomía.
Fuente: Historiantes